La loba quería que todos supieran que la luna estaba en su plenitud, luciendo como un plato de hojalata en el horizonte, por eso aullaba con todas sus fuerzas para que su llamada llegara a todos los rincones.
Una llamada que convoca a realizar los ritos ancestrales que nos unían con el otro mundo.
Pero lo que no sabía la loba es que hacia mucho tiempo que los humanos vivían en un mundo desconectado de los ciclos naturales.
No había nadie que se acordara del significado de su llamada envueltos como estaban en asafalto y contaminación.