Hierbabuena 

Las tardes parecían  de chicle con el olor de la hierbabuena del prado en el que se deslizan mis  sueños.

Unos sueños frescos que lograran hacerme llegar hasta donde yo quiera.

El limite es que no hay limites.

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s