Poseída 

La gente del desierto , con su espíritu de arena, le convirtieron en un ente  con una percepción trastocada del mundo que le rodeaba.

Por esa desconexión  vivía en la rabia, desconectada de su esencia porque por mucho esfuerzo que hicieron los humanos de arena, ella no era de los suyos.

Aunque ahora no fuera capaz de verlo, era una mujer del bosque poseída por el desierto.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s