De regalo quiero un mundo nocturno, solo iluminado por la luz de la luna y las estrellas.
Quiero un mundo nocturno para que las personas se desdibujen con las luces tenues del firmamento para que no se vean con claridad.
De ese modo desaparecerían los prejuicios sobre la apariencia y miraríamos el alma de nuestros semejantes en lugar de su físico.