Encontró una espiral en el armario de su dormitorio que se movía con una cadencia lenta y constante.
Se quedo embobado mirándola durante mucho tiempo haciendo que perdiera la noción de su propio cuerpo.
La espiral de su armario había conseguido que viviera un momento psicodélico .
Wow, yo quiero encontrarme con una espiral así 🙂
Bonito microcuento.
Un abrazo desde Ecuador.
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