Hace casi un año fue buena idea escribir microrelatos porque dejaban fluir mi creatividad sin tener al censor interno rompiendo hojas sin terminar ningún relato.
Pero ahora que tengo que seguir evolucionando así que voy a dejar, de momento, la microliteratura y dar el salto al cuento.
Me comprometo a ofreceros dos actualizaciones al mes así que permanecer atentos a esta nueva etapa de la sonrisa impertinente.