Los seres aniquiladores de la fecundidad llegaron al llano.
Gritos de guerra transformados, poco a poco, en aullidos se acercaban a la pradera para hacer frente a la destrucción, en una batalla cíclica por el bienestar .
Los seres aniquiladores de la fecundidad llegaron al llano.
Gritos de guerra transformados, poco a poco, en aullidos se acercaban a la pradera para hacer frente a la destrucción, en una batalla cíclica por el bienestar .