Desde que el proceso adelante salto a los medios de comunicación presentando su proyecto para liderar Podemos en la Comunidad de Madrid se ha iniciado un debate intenso e interesante de lo que representa el feminismo en Podemos.
Desde el movimiento feminista se ve a Podemos como un partido que no tiene en cuenta las reivindicaciones del feminismo y que lo que hacemos es paripé.
Dentro de la defensa de los derechos humanos que está en nuestro ADN el feminismo tiene, y ha tenido desde el principio, un papel importantísimo en nuestra organización. Pero, aunque hemos practicado feminismo no hemos hablado de él. En su lugar nuestras portavoces han preferido hablar de feminizar, una palabra que pretende alcanzar mayorías pero que en mi opinión solo remite a las mujeres dejando fuera de la lucha a los hombres.
Tenemos que partir de una base la manera de entender el feminismo desde convencer bajando el discurso que usa la palabra feminizar en lugar de feminismo no es mayoritaria en Podemos. No me atrevo a decir que minoritaria, pero sí que no es homogénea.
Muchas militantes no nos sentimos cómodas con la sustitución de la palabra feminismo por feminizar ya que esta última nos parece una palabra hueca y vacía de contenido.
Hay que llamar a las cosas por su nombre y hacer pedagogía con términos fuertes que puedan explicarse por sí mismos por lo que muchas no creemos que rebajar el discurso para adaptarlo a todas las personas sea el camino para que la lucha feminista alcance mayorías.
Es cierto que llamar a las cosas por su nombre, hablar de feminismo, requiere más equilibrios, pero lo que pensamos algunas es que debemos reivindicar una lucha histórica por respeto a las que estuvieron detrás y las que vendrán.