Los autobuses llegaban con jóvenes de toda la región al internado con mucha ilusión y alegría pensando que su futuro estaba asegurado gracias a la buena educación que recibirían.
Pero el colegio más famoso de la comarca escondía un secreto infame. La escuela estaba dominado por nigromantes que convertirían a los jóvenes aberraciones sin alma preparados para la batalla del bien contra el mal.