Había sangre de hielo por todo el campo de batalla dejando un paisaje desolador que le hizo gritar al Dios que parara. Pero el día seguía sorgo a las suplicas de la humanidad.
Había sangre de hielo por todo el campo de batalla dejando un paisaje desolador que le hizo gritar al Dios que parara. Pero el día seguía sorgo a las suplicas de la humanidad.